Durante siglos nuestra Santa Madre Iglesia se ha congregado en torno al banquete eucarístico, para conmemorar, como lo manda el Señor, su Santo Memorial.
Han sido muchos los comentarios y las cuestiones que en torno del sacramento han girado, pues tan grandes han sido las obras que por él se han realizado, que es imposible no comprender la grandeza que el mismo encierra. Pero también son muchos los que en el intento de atacarla, han tratado de destruir la realidad que encierra, a través de afirmaciones sin bases ni consideraciones, que tienen que admitir al final, que Jesucristo verdaderamente vive en el sacramento.
Pero no han sido sólo los herejes y los profanos los que han blasfemado en contra de este misterio, sino también que muchos de nosotros que en momentos de dificultad con toda fuerza olvidamos a Jesús hecho misterio de unidad.
Son muchas las cosas que de éste sacramento podemos decir, tanto en boca de ls padres de la Iglesia, como en los escritores sagrados, que unidos, intentan mostrar a Jesucristo Vivo y resucitado que está en medio de nosotros y se hace pan para unirnos con más fuerza al misterio redentor de la cruz.
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